Materia Prima
Llegue a mi casa y trate de dormir pero no pude.
Me desvelaba pensando en ti.
El aroma meloso de tu piel se quedaba conmigo.
Había logrado penetrar mi ser y reinaba sobre los campos de mis sentidos - germinando en ellos las ganas de
verte otra vez, de estar contigo, y, de tocarte como tierra viva.
De olerte y saborearte enteramente.
Las escenas de la noche - proyectadas en mi mente como imágenes de una película - me robaban el sueño.
A causa de la alquimia hecho por los músicos el sudor y el calor de la gente se mezclaba con los brillos y
los opacos de los instrumentos musicales, formando recuerdos perfumados. Tu bailabas fluidamente a través de las
luces y las sombras con la energía de pantera al compás de la música incesante que provocaba tus pasos.
Sentí la ruptura de las ultimas barreras de mi resistencia emotiva y como se me desbordaba el deseo pleno.
No me di cuenta cuando me conquistó el sueño pero sí recuerdo que ya entraba la claridad del alba por la ventana de mi dormitorio.
J. Fernando Lamadrid
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